Las percibirás frías y distantes, indiferentes, casi invisibles.
Te acunarás con las cálidas, mansas, sosegadas y envolventes.
Conocerás las furtivas y tímidas que transitan como puntas de almea.
Temblarás con las lascivas y sexuales, rayando lo obsceno, que te invitan a fantasear.
Saborearás las exquisitas, tiernas, gratas y deliciosas como maná de dioses.
Disfrutarás con las sinceras, amables, bondadosas y afables y sufrirás con las mortíferas, odiosas, celosas y despreciables.
Convivirás con las interrogantes, expresivas, temerosas, degeneradas….
Todas se originan de la mirada en estado puro, aquella que nos devuelve al punto de partida y nos obliga a reflexionar
¿Porqué hemos dejado de mirar con “ojos de niño”?
Glosagon.
¡Muy bueno! No comento ninguna crítica porque no quiero estropear ningún punto de vista de tu texto. ¡Es excelente!.
Me alegra que te haya gustado tanto, eso es que lo leiste con buenos ojos. Gracias.