Te alejas por muchas razones. El tiempo es lo primordial, escaso en ocasiones; no puedes manejarlo a tu antojo y decides desaparecer.
Descubrí un Jardín Prohibido, respiré el aroma de una hermosa flor. Quedé prendada de ella en silencio; era reconocida para mi, así se lo hice saber a su jardinero. La tenía escondida entre verdes enredaderas, estas le conferían el frescor y la luz necesaria para crecer. En verdad, aquel Jardín era un Paraíso. El jardinero molesto por la intromisión, cerró la puerta del lugar sin mediar palabra, borrando todas mis huellas. Allí, nunca más volví, comprendí y respeté la petición de privacidad.
Volver a Vorem es cómo sentir que, recorres los jardines de los demás, sembrados de palabras. Palabras bellas cómo ramos de flores. Respirar su aroma, embriagarte con sus fragancias y dejar tu huella, en muchas ocasiones, silenciosas.
Vorem vio nacer mi humilde pluma. Por mucho que me ausente, siempre me verá volver.
Bienvenida de nuevo, Wersi. En los jardines literarios nos vemos continuamente y embarcamos hacia las búsquedas propias. Esta es nuestra Literatura y nadie nos lo va a impedir que la publiquemos donde nos de la real voluntad de hacerlo.
Siempre es un placer volver a aquellos lugares donde tu imaginación es bien recibida. Bienvenido de nuevo y pasea por este jardín donde los pensamientos son las flores mas codiciadas.
Me alegro de tu vuelta Wersemei, un abrazo
Gracias Marian, Glosagon y Diesel. Feliz de veros por aquí.
Nos seguimos.
Asi es Werse, como dice Gardel, uno siempre se vuelve al primer amor.
Me gusta estar en Vorem, porque se comparte, y se es siempre transparente. Aca no hay mascaras, al menos asi lo siento, aca, somos lo que somos. Me encanta desde la sencillez de su diseno como cada palabra que cada uno de nosotros hemos sacado.