Olas gigantes que gritáis bramando
como ecos inaudibles de desconocidos mares.
Olas despiadadas, que arrastrando
con ímpetu la tierra fecundáis de desolación
sus callados paisajes.
Olas de vergüenza; mancha de ira,
enrojecidos labios de besos de muerte.
Olas que gritan la venganza de los peces,
la muerte de las sirenas, el combate de los delfines.
Olas sobre los sueños, como desbordados inconsicentes,
corrientes, siempre corrientes de agua
precipitadas sobre la basta sequedad
de una tierra que agoniza.
Un comentario sobre “Olas gigantes”
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Tus olas estallan de expresiones profundas y, como torrentes, entran en mi interior para decirme que hay en tí un gran poeta.