En un barquito con ron
navegaba un navegante
con todo el líquido delante
como latente timón.
Sonó cercano el cañón
de la marina mercante
toda ella amenazante
para el leve cascarón.
Mas no se hundió el fragante
barquito limpio y galante
de los barriles de alcohol.
Y luce su estandarte
en los mares del Levante
ese barquito español.