El límite de los logros en esta vida se puede medir con un premio nobel. Nunca me ha interesado llegar, ni a nobel ni siquiera a nada semejante. Quizá sea una manera de premiar toda una vida dedicada a “algo esencial” y valioso para la humanidad. Pero ¿quién premia el doloroso desencuentro de una madre con su hijo perdido? ¿Quién premia la tarea de una flor sobre un tiesto? ¿quién premia un último suspiro en paz a la hora de morir? Nuestra sociedad es selectiva y los premios son…”Distinciones destacadas de humanos para los humanos”. No estamos siendo justos. Hay que premiar el hecho de que salga el sol, de que alguien esté dispuesto a hablar del hambre en África. Y sobre todo…deberíamos crecer en una sociedad donde la vida se destingue por ser vida y estar plagada de vividores, y ser la verdadera expresión de un premio que tardó en forjarme millones de siglos. Premio esa vida; lo demás…se repetirá cada año.
Un comentario sobre “Los otros premios nobel”
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Los verdaderos premios nunca están en la vanidad humana sino en esas otras cuestiones que tú planteas, compañero.