Van, 9 de octubre de 2005: El renacer de una conciencia
!Linda la ciudad de Van!. Ubicada en un oasis que es verdadero vergel al pie de un pico rocoso, la ciudad de Van, en la orilla del lago, es la antiquísima capital urartiana de Tushpa, el reino del Oriente Antiguo, de los siglos IX a VII a. C, que después de ser rival de los asirios terminó devastado por las invasiones cimerias…
Hay aquí una imponente Ciudadela de aquella antigua época, con muros tallados en roca (las famosas fortalezas urartianas) en donde se encuentran escrituras cuneiformes. Hay una de ella, en especial, que sirve como homenaje al gran Jerjes, aquel rey aqueménida (hijo de Darío I) que reprimió las revueltas de Babilonia y Egipto, aunque luego no logró alcanzar su sueño de dominar a las ciudades griegas durante la segunda guerra médica. Después, víctima de una intriga palaciega, Jerjes fue asesinado.
Retomo el entorno histórico de los kurdos en el siglo XX. Durante la II Guerra Muindial, Turquía permaneció neutral. Eso le sirvió para que los norteamericanos (por supuesto que guiados por sus intereses petrolíferos, económicos y estratégicos en la zona) aplicaran su plan Marshall en Turquía, Desde entonces los gobiernos turcos han estado abriendo su territorio a los norteamericnaos siempre que ñestos lo han necesitado y buscan con ansiedad pertenecer ampliamente a la Unión Europea y al mundo occidentalizado. Esto, que benefició mucho a los turcos, ha sido sin embargo una rémora para las reivindicaciones de los nacionalistas kurdos.
Durante décadas hubo gran silencio sobre la llamada Cuestión Kurda. Sin embargo, jóvenes estudiantes kurdos de Ankara y otros lugares del exterior, comenzaron a tomar conciencia reivindicativa en la década de los 60 (década profusamente agtitada en el mundo entero).
Llegó la década de los 70 y las ideologías marxistas entraron en apogeo en algunas zonas asiáticas. Fue cuando los comunistas prosoviéticos instauraron un gobienro en Afganistán. La URSS luchaba por adentrarse en la zona del Oriente Próximo y los Estados Unidos hacía lo imposible por impedirlo. Todo ello influyó en los universitarios kurdos nacionalistas. Así, en 1972, un grupo de ellos rompió el silencio ofreciendo una conferencia internacional. Su discurso planteaba una postura de enfrentamiento contra lo que ellos consideraban chovinsimo y fascismo por parte del gobierno turco.
En 1973, un grupo destacado de jóvenes kurdos (Kaytan, Beyik, Karer, Pir…) liderados por las ideas moderadas de Abdullah Ocalan, fundaron el PKK (Partido de los Trabajadores Kurdos). Pronto se extendió su influencia, sobre todo entre los trabajadores y los campesinos del Kurdistán, y durante las últimas décadas del XX hubom muchas manifestaciones nculturales kurdas, agentes infiltrados para sabotearlas y acabar con los líderes del PKK, actos de rebeldía por parte de los kurdos, y la postura norteamericana de no apoyar al PKK sino intentar que se disolviese porque tenía ideolo´gía comunista. Lo que sucedió fue inevitable. Las posturas se fueron radicalizando.
El asesinato de un líder del PKK hacia 1985, la acusación internacional de que habían sido los kurdos quienes perpetraron el asesinato del político sueco Olof Palme en 1986 y las continuas y completas divergencias entre kurdos y turcos respecto a la autonomía del Kurdistán, desembocaron en la decisión kurda de tomar las armas a partir de finales de 1986. Desde una perspectiva profundamente pacifista “el lenguaje de las armas” es siempre odioso. Nunca deben dirimirse las cuestiones políticas por las armas, pero… los humanos que reivindican y los humanos que se oponen a las reivindiaciones suelen terminar siempre usando las armas…
Sentados a la sombra de una palmera datilera (tronco simple, largo, esbelto… con un penacho de robustas hojas en su cima), Fausto, Reynaldo y yo estamos siendo observados por un enorme perro sanbernardo que permanece sentado frente a nosotros, que abre la boca y bosteza y que nos mira de una manera algo indolente. !Qué lástima que no lleve, en el cuello, ese barrilete de licor que sirve para animar a los que se han perdido en las montañas nevadas!.
Lo miro fijamente. !Es Beethoven!. !Se parece enormemente a Beethoven, aquel prodigio de las ideas de libertad y justicia de la Revolución Francesa!. !El cantor de la generosidad y la alegría a pesar de su sordera!. ¿Será también sordo este sanbernardo?. Para comprobarlo empiezo a entonar lo de “Escucha hermano la canción del nuevo día”. Beethoven no semueve para nada. Reynaldo me observa y ríe. El chileno intenta comprobar tambiñen si es sordo o no este perrazo y canta las primeras estrofas de La Muralla. Como el sanbernardo no mueve ningún músculo de su anatomía, se levanta y le recita “En su llama mortal la luz te envuelve” (que es del Crepusculario de Neruda).
Crepúsculo en Van. Claridad de anochecer. Crescendo de la intensidad de los sonidos del aire soplando las hojas del palmeral. ¿Quié pudiera ser platero para labrar una joya con los rayos de la luna?.
Fausto me ofrece una manzana. Como dijo Borges: “Y quedé entre las cosas miedosas y humilladas, encarcelado en manzanas diferentes e iguales como si fuesen todas ellas recuerdos superpuestos, barajados, de una sola manzana”. Y es que Borges fue uino de los primeros en comprender la esencia del escenario ciudadano.
Cae el velo de la noche sobre la ciudad de Van. Luna de enfrente borgiana. La luciérnaga de Azuela parpadeando al compás de la canción de la verdad sencilla de la portorriqueña Julia de Burgos y la danza que sueña la tortuga de Carballido. No. NO estoy delirando. Son sólo recuerdos de literatura hispanoamericana que me llegan al pensamiento mientras escucho el ladrido de los perros de la noche (como hubiera dicho el griego Taso Costanakis si estuviese vivo y sentado aquí junto a nosotros).