Quisiera encontrar, o encontrarme contigo,
ser que habita sin desdecir los sueños.
Y cantarte un Psalmo que hablara de tus grandezas,
de la infinita paz con que nos amas,
de la soledad pausada en la que vives.
Psalmo, que por ser humano, se intensifica,
pues nada te es más grato.
Quisiera bendecir, de un modo coherente,
la posibilidad callada de que sigas en la luz,
que no se agote tu celo en el amor hacia la vida,
que sigas siendo Sol, o Luna, Madre o Padre,
Univierso al fin…que es tu verdadera coherencia.
Cierro los ojos y la madeja de pensamientos
delimita lo aprendido.
Psalmo a la consecuente relación entre ser y no ser,
ver y no ver, sentir que todo es lo imposible.
Y que, desacostumbrado a no ser egoistas,
aprendamos a ser verdaderos, en esta naturaleza
de humanidad con que nos has revestido.