Carne quebrada ante los ojos del pueblo,
cuerpo herniado o mutilado
cuando no gris disuelto,
evaporado en la atmósfera
que debiera ser igual para todos
y no es así.
Nada en común tengo contigo,
salvo el oxígeno que respiramos y
ni aún así se siente el mismo.
Desdicha hasta de la naturaleza
elegida al azar para nacer,
con todo ello quiero vivir y no me dejas.
El frío, el calor, ya nada siento,
no hay sentimientos.
Mi alrededor se vuelve tormentoso,
me arrepiento, ¿tengo la culpa?
Ventanas sin marcos ni cristales,
el cielo abierto me cubre la cabeza,
y no me importa, estoy yo sólo,
sólo yo y las estrellas…
Gusto en volver a leer algo tuyo, Namari. Observo que ha madurado mucho tu manera de concebir la Poesía. Te has vuelto mucho más reflexiva y hasta yo diría que ahora dominas muy bien la filosofía literaria. Hay algo, en tu poema, que me hace pensar. Es eso de “elegida al azar para nacer”. Discrepo en ese punto aunque considero que todo el poema es excelente en su factura. Lo que sucede, y no es por llevarte la contraria, es que no creo que nadie nazca por cuestión de azar. Ni las personas nacemos por azar ni nos hacemos por azar. Las circunstancias nunca las mueven los azares sino los haceres. Son dos palabras muy parecidas fonéticamente pero muy diferentes y hasta totalmente opuestas en su significación para nuestras vida humanas. Y luego añades lo de “con todo ello quiero vivir y no me dejas”. Yo considero que vivir es voluntad propia y no decisión ajena. Lo que pasa que entraríamos en un largo debate para, al final, demostrar que es cierto cuanto digo. Bueno. Lejos del análisis profundo tu poema reviste grandes dosis de pensamientos y eso es muy importante. Un saludo cordial y un abrazo, amiga gaditana. Es un placer volver a leer algo tuyo.
Diesel, me alegra saber que te gustó esta poesía, muchas gracias por tomarte el tiempo en leerla y comentar. Respecto al tema “azar” como seguro adivinarías, discrepo, creo que nadie puede elegir dónde nacer, y que ese factor, sin lugar a dudas, será determinante para el resto de la vida de una persona. Se puede nacer en tierra hostil, o nacer en paraísos, en ambos casos la persona se hará a sí misma, pero indudablemente no tendrá las mismas oportunidades, ni facilidades. Por otra parte, sí que estoy de acuerdo en que vivir es decisión propia, claro que sí, aún a pesar de las dificultades, aunque aquí la cosa iba por otro lado… Bueno, nuevamente mil gracias, un fuerte abrazzote 🙂
¿Qué es el azar, Namari? ¿Crees que el azar es solamente casualidad o hay una fuerza superior llamada Destino? De acuerdo en que no elegimos dónde nacemos ni con quiénes nacemos pero eso no es enteramente producto del azar sino de esa fuerza superior llamada Destino. ¿Podemos cambiar nuestro Destino? Por supuesto que sí. Podemos cambiar nuestro Destino. Luego lo del azar es tan relativo que yo creo que ni existe… mientras que lo del Destino ya es una variante absoluta de nuestras vidas pero no absolutista. Hay diferencia entre lo absoluto y lo absolutista. Como vivimos en un mundo dirigido por intereses nos queda, como liberación, poder cambiar nuestro Destino. Y ante eso no hay azar que lo pueda combatir.
El azar, por lo tanto, no es tan inevitable como a veces solemos pensar y a veces solemos decir. Lo que se puede evitar no es el azar en sí mismo sino lo que se deriva del azar. Si podemos cambiar lo que se deriva del azar podemos afirmar que el azar no tiene tanta significación como a veces pensamos o decimos. Nos movemos y vivimos más por el Destino que por el azar. Por lo menos quienes lo decidimos voluntariamente.