Te veo en una cama,acostada sin brillo ya en tus ojos
mirada triste,manos temblorosas,recuerdos borrados de una dolorosa vida
platos rotos,cama ajena y dolor en tu pecho
aroma a algo desconocido,sonda que molesta
y en ésos delirios me miras,sonríes y saludas
a veces,sólo a veces te animas a mirar,pero no a ver
tras la puerta te miraba,asustada con dolor en el pecho
tres minutos después decidí tomar tu mano
y noté que tú estabas más asustada que nadie
y que mi dolor era sólo tuyo
recostada pareces una simple niña que espera el regreso de sus padres
Ya ni te reconozco,la demencia senil está en mí…
Verano de enero de 2013
Me emociona ver que hay todavía personas que escriben así, sobre lo que es una abuela que nos hizo siempre crecer en ese amor tan grande que se llama desinterés. Bravo. Un aplauso.