No es así, no es verdad. No puedo ni imaginarlo de otra manera. Mírame, miénteme todo lo que sepas, por que esta vez necesito creerte. Por que si no, ¿que va a ser de mi?
A estas alturas jugar a ser dioses, no es sano y lo sé.
Fue tan duro en su día asumir que aquella decisión no tendría marcha atrás que tambalean mis escasos cimientos al recordarlo.
El problema es que nadie me dijo que todo saldría bien, aunque fuese mentira, aunque fuese solo un consuelo. ¿Entonces ahora como voy a poder asegurarlo yo?, aunque no esté segura, aunque solo sea un consuelo.
La vida se me torna en torno a los ojos con un tono violáceo, cansada pero feliz. Siempre feliz.
Solo es aprender, asumir, reconocer y crecer dándolo todo de mi. Reconfortándome el hecho de que haga lo que haga, lo hago por que me nace y vivo de ello y me llena.
Olvidar ahora no es una opción, no entra en mis planes y eso que no tengo nada planeado, ni planeo hacerlo.
Mírame, solo voy a sonreirte aun sin saber si mañana te volveré a ver. Pero, aunque así fuese, te prometo que será mi mejor sonrisa.
Bien.