Oliver y el Twist (corregido).

Wikipedia: El Twist es un baile basado en el rock and roll muy popular a comienzos de la década de 1960, llamado así a partir de una canción que lo originó: “The Twist”. Fue el primer estilo internacional de baile basado en el rock and roll, donde las parejas no se tocaban mientras bailaban. Este baile lo popularizó Chubby Checker en 1960 con su versión del tema de “The Twist” por Hank Ballard en 1959. La versión de Checker llegó al número uno de los ránkings en los Estados Unidos, y se convirtió en el poseedor de un récord al ser el primer sencillo en alcanzar el primer lugar dos veces en años diferentes. La primera vez en 1960 y luego en 1962. A España el Twist llegó en 1962, y fue entonces cuando grupos y solistas comenzaron a versionar y crear nuevos twist. Algunos de ellos son “Lolita twist”, “El twist de la risa”, “Flamenco twist”, “El twist del reloj”, etcétera. En América Latina, la locura por el Twist se desató también entre los años 1960-1962 pero no por las versiones de Checker o Ballard, sino por la de Bill Haley and His Comets. En México, fueron grandes éxitos temas “The Spanish Twist”, “Florida Twist” y “Twist-er”, donde la banda consiguió el reconocimiento de ser los iniciadores del baile de moda.

Más Wikipedia: Oliver Twist (Oliverio Twist en algunas ediciones en español) es la segunda novela del autor inglés Charles Dickens. Se publicó originalmente como novela por entregas de aparición mensual en la revista “Bentley’s Miscellany”, entre febrero de 1837 y abril de 1839. En un principio, el autor tenía la intención de que formase parte de una obra más extensa, “The Mudfog Papers”. Es la primera novela en lengua inglesa que tiene a un niño como protagonista. Asimismo, destaca por su tratamiento del mundo de los criminales y sus sórdidas vidas, prácticamente carente de Romanticismo. Oliver Twist es una de las primeras novelas sociales de la historia de la literatura pues llama la atención a sus lectores sobre varios males sociales de la época, tales como el trabajo infantil o la utilización de niños para cometer delitos. Dickens se burla de la hipocresía de su época tratando estos temas tan serios con sarcasmo y humor negro. La novela pudo haber sido inspirada por la historia de Robert Blincoe, un huérfano cuyo relato sobre la dureza de su vida como trabajador infantil en un molino de algodón tuvo una gran difusión en los años 1830.

¿A qué santo y seña vienen estas dos citas culturales de la Música y la Literatura respectivamente? Me remonto a 1962 y estoy estudiando Tercero de Bachillerato en la Academia Altamira de Madrid (calle de Antonio Arias). Es en ese curso cuando llegó la moda del twist a la juventud española aunque yo todavía era un adolescente. Pero la gran furia del twist comenzó a dispararse al año siguiente, en 1963, cuando yo ya estudiaba Cuarto Curso y Reválida (Bachillerato Elemental) en el Instituto San Isidro de Madrid. La cita literaria de “Oliver Twist” la traigo a mi Diario porque recuerdo que en muchos países (España incluida por cierto aunque fuese en menor porcentaje que en otros) la cultura literaria era tan baja y poco desarrollada que, cuando apareció el baile del twist, las ventas de la novela de Charles Dickens se dispararon una barbaridad. ¿Qué sucedió? Sucedió que una gran parte de la población mundial que comenzó a bailar el twist estaban convencidos de que “Oliver Twist” debía ser alguna novela relacionada con dicho baile. La incultura literarias era tan grande que ni se dieron cuenta de que la novela fue publicada por primera vez desde 1837 hasta 1839 mientras el baile se desarrolló entre 1960 y 1962. ¡Nada más y nada menos que 123 años de diferencia había entre la novela y el baile! ¡Y muchos ni lo sabían!

Reflexiön que escribo en mi Diario: “Si no tienes cultura te hacen la pirula” o, dicho de otra manera, “puedes pecar de ignorante si no sabes lo que tienes delante”. Todavía recuerdo en el aula del San Isidro a los bailongos como Gonzalo y Pizarro moviendo las caderas por ver quien brillaba más en el twist ante la risa destornillante de otros como Gálvez, Matesanz y Garchitorena que les daba por ser primero cultos y después lo que fuera. Yo sólo sonreía porque me entraba risa viéndoles contorsionarse como si fueran bailarinas de Bali. Y con este recuerdo cierro esta página de mi Diario mientras el twist hacía furor en nuestros guateques y la guasa era que de Oliver casi nadie tenía ni la más mínima idea. O sea, el esnobismo de los que se manejan por las modas no es de hoy sino desde que el marketing de lo aparente ha suplido y sustituido a la cultura verdadera.

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