Las aportaciones de Diesel, al marco de lo que me encantaría fuera un “intercambio epistolar”, podría desarrollar este título. Toda cultura ha precisado atravesar las froteras de la razón para descubrir el “Más allá”. Es lo Mysteriko, lo que no se define, sino que se sugiere. El uso del cuerpo y de la música determinaron el descubrimiento de la pérdidida de la conciencia en favor del éxtasis místerioso (Mysteriko). La poesía es un lenguaje secreto que participa de la plena libertad de la palabra y alcanza lo ilimitado. En todas las culturas no se busca a los “dioses”, se busca el misterio. Un poema de doloroso desamor…de dolor por la ausencia….de arrebato romántico, es un estado delirante que eleva las sensaciones y nos permite ahondar en lo profundo, en esa filosofía del “sufrir” tan occidental. La sensación masoquista es muy cercana al uso del sentimiento doloroso. Los grandes místicos Teresa de Jesús, Juan de la Cruz, etc…viven la necesidad de un dolor profundo: “llama de amor viva”, como experiencia profunda de un masoquismo semejante al que Sade pudiera nominar como “ausencia del yo en favor de la presencia del gozo/dolor”. Vivimos inmensos en esa cultura y experimentamos el dolor como “necesidad”, porque arranca de nosotros la eterna llamada hacia lo misterioso:
“Tu ausencia me arrebata mi ser
y no soy sin ti, al mismo tiempo siendo”
Curiosamente pudiera chocar el hecho de la búsqueda del dolor como necesidad. La Iglesica Católica parte del dolor como muerte y postula una amplia necesidad de la evitación de los placeres. Occidente vive preso en la órbita de la conciencia obligada y en la profunda sensación de vaciedad, y “sufre”. Pero si Sade postula una ascesis del goce/dolor, nuestros hábitos poéticos nos conducen hacia el dolor como estímulo para crear, para reescribir la sinfonía de sensaciones que comportan nuestro ser.
Aquí…debemos separar la búsqueda del amor, en el cristianismo primitivo, en el hedonismo “egipcio/griego” (léanse los poemas de Safo),
frente al gran avance de la Edad Oscura…donde el encuentro con la posibilidad de Legislar sobre la culpa y los placeres…inyecta en la sociedad el dolor, como “castigo” y la “culpa” como irremediable piedra de Sísifo.
!!Formidable, grekosay!!. !Qué buena tu articulación sobre el sentimiento de lo místico y esa forma tan gradual y ascendente de enlazar el sentimiento del dolor con la búsqueda amorosa!. Sorprende de grata manera el enfoque que haces sobre los Mysteriko y esa manera de descubir, con total acierto, la relación de lo egipcio, lo griego y lo cristiano. Sobre el tema me gustaría comentar en alguna ocasión. !Un brindis por tu inteligencia, amigo y compañero del Vorem!.