¡Cómo llueve! El verano con lluvia es la desazón de los amantes de la tostada. No cabe un pequeño aliento húmedo ante la canícula solar, porque el sol y la lluvia tienen el mismo valor que vpara el hombre primitivo: dioses de lo ines perado, e incluso caprichosos meteoros que se burlan de nuestras voluntades.
La playa es un inmenso congreso de pieles dispuestas a ser más semejantes que nunca. Estar moreno es un signo, la señal de que la salud forma parte de un tiempo ionvertido y la gratiuidad de unos beneficios que se marcan en la piel, El mar…siempre maravilla con su presencia y constasncia, pero sé que le da igual que llueva o no; no es el mismo caso que a mi vecina, la cual está consternada por eso de no poder ir a la playa y aguantar la mantita del verano.
Siempre en verano…