Cantemos un himno a la alegría,
arrebatados por el gozo de estar vivos.
Vivir para fecundar de ideas un universo,
el espacio ambigüo donde crecen los dioses
en cunas de galaxias.
Frente a tanta impunidad…
cantemos un himno a la algría,
porque nadie es feliz entre masacres,
porque nadie es feliz sin conciencia,
porque los bosques son tropeles de poemas
que gritan hacia lo alto.
Al asalto del corazón:
Cantemos un himno a la alegría.