En la carta de presentación que os entregué ayer cometí un baile de versos (quizás porque la tarde estaba repleta de posodoble o rock and roll… que “tantomonta” y “montatanto” uno u otro a la hora de cantar palabras de acompañamiento).
He aquí el poema correctamente presentado:
DIESEL
Sólo soy un ser humano:
carne, huesos, sangre y corazón.
Le añado, quizás, un poquito de razón
al habla y la escritura con la mano.
Más allá de cualquier título vano
esta es mi tarjeta de presentación.
Silencio por la noche; de día una canción
y un libro abierto cual ventana de verano.
Todas las horas una caminar repleto
de aprenderes sencillos y de ideas
buscando la meta indefinida.
Y, sintiendo, poco a poco me completo
un puzzle amigo lleno de mareas
en el inmenso oleaje de la vida.