Los poetas del 68 eran cigarras incansables en esa ardua tarea de insistir en ser realistas de los imposibles. Deseaban que se parara momentáneamente la Tierra para poder bajarse de ella y andar a la deriva toda la noche hasta que saliese de nuevo el sol; bajarse de la Tierra para exigir una realidad con menos “porras” y más “porros”, con el clamor de “Pili sí y Mili no” para eso tan natural de hacer el amor y no la guerra. . Fue una década para intentar descubrir nuevas vísperas de ojos de niño con cabezas de adulto. Se deseaba vivir como recién nacidos sin pasado alguno del que vanagloriarse. Pero la realidad de los iposibles sigue enquistada y estamos de nuevo en las vísperas de tener que olvidar las guerras.
¿Cómo volver a jugar a la victoria de la paz cuando en el horizonte medio de la corteza human siguen ardiendo las ciudades como si de edad media anduviésemos aún llenos y mueren los imposibles en este ajedrez de intereses globales?. Todavía hay muchos siglos de culturas agresivas en la mente humana de unos y otros lados. Y hay muchos holocaustos generalalizados mientras ciudades arden bajo los “apaches del fuego” y miles de civiles agolpados en “trenes infernales” vuelan por los aires.
No hay niño ni adulto, hoy en día, pasado ya el ecuador de la primera década del siglo XXI (!quién lo diría hace 2.000 años por ejemplo!) que esté libre de alguna amenaza interna o externa. Oscuras amenazas. Oscuras y a la vez sangrientas amenazas que sólo corrigiendo definitivamente las estructuras psíquicas de los corazones humanos podríamos volver a intentar tomar el hilo conductor de los poetas del 68 y su petición de imposibles realidades. No. Los imposibles de la realidad nos demuestran que seguimos estanod a miles de años de distancia de la paz total y que los humanos aún andamos en el paleolítico inferior.
Sería interesarte por lo tanto volver a insistir en la petición de que se pare la Tierra para podernos bajar porque, por lo visto, esta “globalización del globo” sigue siendo un proyecto de “bushmanes” oliendo a petróleo que apesta. Y la “esfericidad de la esfera” podría, si algo no lo remedia, introducirnos en un “agujero negro” del cual fuese imposible salir. Que se pare la Tierra que algunos queremos de nuevo bajar.
La sociedad actual lo trivializa todo, propugna la ley del mínimo esfuerzo y de la máxima comodidad, lo llamado comúnmente “todo rápido o modo de vida americano”. La sociedad actual está enamorada, por tanto, de lo trivial, superficial y neurótico. El itinerario ha sido gradual: hemos pasado del pensamiento sólido a un nihilismo descomunal. El ser humano así se va escorando hacia una progresiva debilidad, indigencia, deseos caprichosos, exageración del ideal materialista, y esclavitud por la ambición, el hedonismo y lo exterior.
Estamos ante una sociedad que tiende a la masificación en cualquiera de sus ámbitos
Acumulación de individuos donde sólo los singulares son capaces de ser personas.
Despersonalización alienante: un ser humano sin la fuerza que dan los ideales, obsesionado y dirigido por los medios de comunicación, las modas, lo superficial, “el que dirán”, el puritanismo, los prejuicios… Y son condicionantes porque el ser humano no sabe SER sin ser egoísta, “ha involucionado”.
Igualitarismo en decadencia.
Carencia de un proyecto de vida: lo que importa es tener, comprar más y consumir febrilmente.
El ser humano narcisista es un virus que se reproduce sin medida arrasando y destruyendo los recursos naturales planeta, ensuciando y quemando bosques, contaminando la atmósfera, las aguas y la comida, destruyendo, matando, robando y manipulando a sus semejantes,… esta enamorado de la autodestrucción.
Vivimos en una sociedad triste, sin ilusión, distraída por cuestiones insustanciales en la que son necesarias mucha fuerza, tesón e ideas claras para salir de ahí. Pero no es fácil. La cotidianeidad invita a seguir en ese carrusel. Se puede decir, de nuestro recorrido, que el ser humano es sumamente vulnerable. ofrece su auténtica imagen; es decir, un ser vacío, hedonista, materialista, sin ideales, evasivo y contradictorio.
Como dice Rojas “El hombre light”
Yo también me quiero bajar. Un beso muy fuerte Diesel
Cuando pare un momento, solo un momentito… !hacedme por favor un hueco en el grupo de salida, compañeros, para bajarme tambien a sentirme persona humana!. Que la imaginacion en el poder nos permita lograrlo…