En este mundoi hay tipos de personajes muy curiosos: los xenófobos, los racistas y los machistas. Y son tan curiosos que nos dejan a todos boquiabiertos cuando no estrábicos. El caso es que para ser xenófobo, racista y/o machista, lo único que tiene usted que ser es no millonario, no artista y/o no inteligente. Explicación al canto (que tanto va el canto a la fuente que la termina por romper): los millonarios no son ni xenóbos, ni racistas ni machistas (más claro que el agua está que se casan sin tener en cuenta ninguna de estas cuestiones);
los artistas no son ni xenófobos, ni racistas ni machistas (idem eadem idem) y si no tiene usted la suerte (o mala suerte) de ser ni millonario ni artista, le queda a usted la oportunidad, abierta para cualquier persona, de ser inteligente; porque (!Qué curiosidades tiene la vida que Dios nos regaló!), no son ni xenófobos, ni racistas ni machistas, los inteligentes. Conclusión: que los xenófobos, los racistas y los machistas nos siguen dejando boquiabiertos nuando no estrábicos.