Me hablaste de un nuevo día junto a ti
y yo… acepté.
Me hablaste de cómo vencer al diablo
y yo… te escuché.
Y los dos seguimos y seguimos hablando
durante toda la noche hasta que el sueño
Nos cayó vencidos.
Me hablaste con los ojos cerrados y
yo… lo soñé.
Toca para mí esa melodía, toca para mí
ese piano solitario al que se le olvidó
que la música es su todo.
Bailaste para mi y yo… te toqué.
Con la suavidad del pintor y su lienzo
yo… te admiré.
Todo pareció un sueño de risas
y desengaños y yo….me enamoré.