Paraíso de vida, universo de sensaciones provocadas por una ligera brisa. Tu rostro y el mío frente a frente, dos extraños que en un momento en el tiempo se encuentran. Casualidad o causalidad de unas vidas cruzadas al azar. En un instante mi corazón te mira, te llama mi alma, no respondes. Todo mi ser pide a gritos tus labios. Mírame, mírame como nunca nadie me ha mirado. Siente el correr del tiempo, el tic-tac se acelera, corre, corre estas perdiendo la oportunidad. Anclado en tus recuerdos, en tus reproches, en tus fantasías, no es real, todo eso no es real. La verdad la única verdad son tus ojos y los mios, mírame, mírame y siente mi alma gritar, en tus oídos oyes una melodía dulce, te llama sin cesar, corre, corre, estas perdiendo la vida. Tu mente corre pero tu sigues ahí parado, amarrado a tu mentira. Oye mi corazón, escúchalo como si nunca antes hubieses escuchado canción tan triste. Corre, corre, estas perdiendo la razón, y sigues anclado a tu irrealidad. Escucha a mis ojos, te llaman, escúchalos y llora, llora por lo que estas dejando pasar, mírame, mírame y dime que no me quieres, que no sientes nada por mi. Sigue corriendo, escapa de ti mismo y de tus sentimientos. Huye, corre, vete, que nadie te vea derramar una lágrima por algo que nunca fue, que nunca quisiste pero que te desgarró por dentro. Llora como un hombre y corre, corre, corre. Mírame, pero mírame como un niño yo te escucharé abriré mi alma y mi corazón, no me iré a ningún lado, no necesito correr si estás a mi lado, me detendré un momento y te miraré como nadie te ha mirado y te diré entre lágrimas lo mucho que te amo y lo mucho que te he esperado. Ahora ya no corro te he encontrado y me he anclado a tus penas para hacerlas mías. Amor te he encontrado en un momento en el tiempo, en un universo de sensaciones. Tu eres mi paraíso de vida.