No hay razón que justifique una duda innecesaria.
Es como arrebatarte el alma y arrojarla al vacío.
Tiembla la sensación de no ser mío
ni mi ser, ni mi tiempo, ni mi contancia.
¡Me interrogo entre camsancio cumplidor
de horas eternas!
¡Me interrogo entre la vaciedad de fechas y dias
con falsos nombres!
¡Tú, te fuiste y nada cabe, pues
nadie responde,nadie sabe…!
Desde mi inquietud todo ya se ha detenido.
¡Urgencia de porder regresar al equilibrio
necesario para seguir saltando las baldosas!
Mi silencio me otorga el aire ingenuo de un dolor callado.
Negado el sí o el no…
sólo vale la permanencia justa,
la espera, y esa irrefrenable razón
que me consume!
Un comentario sobre “Silenciar los por qués…”
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!Profunda manera de razonar el silencio de las permanencias justas!. Llenas de sentido tus palabras son magníficas, grekosay… y en el fondo de ese equilibrio de la estabilidad del dolor callado destaco esa sensación de pertenencia a una inquietud llanamente expresa. !Un abrazo, amigo!.