Hablé al ladrón del infortunio para decirle que ya no…que ya no estás tu. Hablé a la risa y la pedí que te buscara, que al llegar te acompañase por siempre.
Y los fuegos me hablaron a mi del calor de mi pasión, esta pasión que con los días me acerca más a ti y a nuestro amor.
Grité a los infiernos, llevé la paz al cielo de tu calma y sonaron los aullidos de los lobos en la noche viva y encendida por la luna.
Soñé sobre la cima al ver que al hablar de ti hablé de mi… hablamos juntos y por amor.
Y el dolor de las almas, llegaron al entrar el sol, y miles de voces pidieron consejo a la paz y yo…les regalé una bella canción.
Las palabras sin entender pedían una oportunidad y yo se la prometí en cuanto la voz tuviese su lugar.
Y así nos miramos sin saber que ambos juntos caminaríamos por esta senda sin ortigas de nuestro corazón.
Y hoy, aun no hablan las palabras, pero se oyen voces de dioses en tu mirar.
Hoy, es valiente nuestro sol y la fortuna viste para su mejor ocasión.
hola NASIA, me agradó bastante el relato, si bien es cierto estos textos dan a varias interpretaciones, pero me gustaria saber cual era la intencion central, o tal vez sea que simplemente que no logre llegar a la idea q trasmitias.. mi idea es la de un amor que acaba. Corrigeme si estoy mal. Saludos.
Hola Hacaria!,
Que bien que te gustara. Si, efectivamente esa era mi idea. Un amor que termina y la esperanza traída por la luz, que siempre se mantiene encendida. Una forma de amar al recuerdo, de desear lo mejor sin dejar de mirar hacia delante.
Un beso Hacaria.
Yo también veo en tu texto, NASIA, una especie de amor que se renace en el sentir de la futura compañía de la pasión y el canto. Hablas del amor con un acento de vivencia completa. Te felicito por tu texto. Da pie a múltiples interpretaciones.
Muchas gracias compañero!,
Que bien pensar que por un instante conseguí abrír una ventana con vistas a la imaginación. Besos.