Creo que nunca dije que el tiempo no pasa jamás. En realidad nunca lo dije porque no era necesario y porque, de todas formas, siempre hay tiempo para sentirlo. No. El tiempo no pasa jamás porque en realidad no existe. Sólo existimos nosotros ideando un tiempo para hacernos sensibles a la voz de las horas de nuestras profundidades. Escribo muchas veces por sentirme parte efímera deel no-tiempo… como el pétalo de una margarita despojándose de su perennne si y su perenne no. Sin embargo escribo siempre, incluyendo cuando escribo como parte efímera, para sentir que no soy olvido de esa carencia de tiempo que hay en la humanidad. Ayer fue viernes en mi corazón. Hoy sigue siendo viernes. Y mañana seguirá siendo viernes… porque el tiempo no existe cuando sabemos ser efímeras voluntades y perpetuar en nuestras propias pertenencias y en las ajenas consideraciones. Lo que importa, más que el viernes, es el corazón.
3 comentarios sobre “Ayer fue viernes en mi corazón…”
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cada uno de tus escritos es para mi un tiempo de silencio, de ese silencio del que tanto hablas, de ese que supongo vital para ti por su constante presencia…, tiempo de agradable conversación con mi silencio y quizás, sólo quizás, con el tuyo…
sigue siendo tan prolífico con tus textos y tan generoso con tus emociones…tienes mucho que aportar…
Un abrazo
Noelia
Se me olvidó decirte que me quedo con la última parte de tu primera frase… me alegro de sentir las cosas en un tiempo, de tener tiempo para sentirlas o de sentirlas tan intensamente que no importe el tiempo…
Precioso corazón que supera al viernes y a cualquier otro día de la semana. El tiempo vivido sin corazón no merece la pena de ser tenido en cuenta. Y entonces, cuando te sientes parte efímera del no tiempo, como tú subrayas en la meditación, eres realmente tanta eternidad como la perenne hoja de la margarita. !Precioso corazón que supera al viernes!.