Bella anatomía de formas
que tu cuerpo posee abundante.
Mapamundi de misterios
resueltos con natural sencillez.
Rotundas e inquietantes verdades
vislumbran artistas divinos
que sólo tu obra conoce.
Y tú,
como si nada,
me sonríes y pretendes
que ante tal paraíso de pasiones
me sienta serenamente feliz.
Pues no,
mi sangre hierve hechizada
y mi cuerpo enloquecido ante ti,
sucumbe a tus encantos.
Mi pensamiento se turba,
y una inmensa nube de locura
descarga torrentes de lujuria
que me transporta a un mundo infinito