El valor de lo mínimo

ALICIA SE ENFADA CON EL SR. CONEJO

¡Oh! No creo que sea usted capaz de pasarse todo el día corriendo y corriendo. No me gusta su reloj y usted lleva un sombrero muy feo. Tanta prisa le convertirá en un conejo con las patas enormes y además es muy aburrido encontrarme con usted en cualquier parte del jardín. He decidido que usted se vaya de mi historia.

UNA MOSCA MUSICAL

Todos levantaron la cabeza al escuchar su paso molesto y ruidoso. Marta dejó de leer y a Julián se cayó de la silla. Miguel levantó la cabeza y bostezó. La sala se había convertido en un verdadero lío. De repente, alguien gritó:
-¡ No soportó que esa mosca entre sin carné en la Biblioteca ¡

LE FALTA UNA HOJA

Había cogido un precioso cuento. Era su favorito. La historia era perfecta y los dibujos eran bellísimos. Pero…algo raro le pasaba: le faltaba una hoja. ¡No!
Un cuento incompleto como el Soldadito de Plomo a quien le faltaba una pierna. La página 25 y 26, porque en las hojas los números se hacen compañía.

2 comentarios sobre “El valor de lo mínimo”

  1. Esta forma que tienes de hacernos reflexionar sobre las cosas importantes de la vida a través de pequeñas historias llenas de sentido es fantástica. A mi me suena a banales necesidades creadas, a comodidades y convencionalismos lejos de la creatividad, a cosas que están haciéndose, simplemente, compañía, como los números en las hojas de tu texto, un abrazo

  2. Me encantan tus microrrelatos. A propósito de ellos, me gustaría sugerir una sección de microrrelatos. A ver si hay vida inteligente al otro lado del “espejo” y alguien me escucha.
    Alicios y Alicias, un saludo

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