Ya estoy llegando a esta hermosa cuidad que todo el mundo conoce como Hollywood, y cada vez puedo divisar mejor todos los edificios, parques, playas…Lo primero que veo es un gran cartel blanco, ese famoso cartel que todo el mundo ha visto alguna vez por televisión o en revistas, ese cartel que anunciaba mi llegada a la que desde mi punto de vista era sin duda la mejor cuidad a la que alguien puede ir.
Lo primero que haré nada mas llegar será pararme, si, quedarme quieta por un instante y observar las cosas a mí alrededor, pensé. Y efectivamente, nada mas llegar eso es lo primero que hice, después, me encamine hacia el centro de la cuidad, a un hermoso conjunto de parques llamado círculo joven, allí siempre hay alguna fiesta, alguna celebración, ya que todos los eventos que se elaboran allí consiguen envolverse en un contexto natural y ecológico. tras ver eso me dirijo a Cuidad Pasillo, otro parque de esta fantástica ciudad, en la que a cada paso que das se puede sentir el glamour, yo , en especial, sentía como cada vez me encontraba mas unida a esta ciudad, a pesar de que apenas llevaba allí media hora.
Un poco mas tarde me dirigí a Broad Walk, una gran playa en la que estaban celebrando el campeonato por la medalla al mejor sufista de EE.UU. todos los días hay alguna actividad en esta playa, teatro, bailes…Y alrededor puedes encontrar varios restaurantes y cafés.
Pero lo que mas me gusto de Hollywood fue el lugar donde se repartían anualmente los mayores premios del cine, los Oscars. Y yo estaba allí, completamente encandilada por todas esas cosas que eran para mi tan sumamente hermosas, y entonces, cuando estaba a punto de poner un pie en la conocida alfombra roja, o sea, en el mejor momento de mi viaje, comencé a oír un ruido que me incomodaba, que me alejaba de allí, de esa cuidad en la que siempre he querido estar, ese ruido que todas las mañanas me despertaba, y que me arrancaba mis mayores ilusiones y sueños, y por supuesto de mis fantasías, para volver a la rutina de la que tanto deseaba escapar.
Un comentario sobre “El viaje de mis sueños…”
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Hay que ver… ¡Qué hijo de puta el despertador! Y como me encanta despotricar contra él cuando me levanto si no quiero o no me levanta cuando quiero…