Mi gata además de decir mama muy clarito, la enseñé yo de pequeña a cambio de pate pata negra la obligaba a decir “mi mama me mima” y a todo le dice mama, también como el velocireptor de parque jurasico ha aprendido a abrir puertas, esto és lo que me hizo un frío día de invierno:
Era por la mañana muy temprano y yo me disponía a ducharme, la caldera la tengo en el patio que solo se abre por dentro, así que ataviada únicamente con una escasa toalla liada, Salí al patio a encender la caldera. De pronto se cerró la puerta, yo pensaba que seria Samara gastándome una broma, pero no Samara ya se había marchado al instituto, había sido carlota con su patita, creo que fue el único día que granizo en Madrid y ahí estaba yo sin poder entrar en mi casa y tan escasa de ropa, no me quedo otra que gritar a los vecinos para que llamaran a mi madre y viniera a rescatarme, no se como no me cogí una pulmonía, eso si todo el vecindario estaba asomado a las terrazas contemplando mis penurias, digo yo que por lo menos me podían haber lanzado una manta, pero lo que tenían era un cachondeito cuando esplique como me habia quedado encerrada, que pa que más, después de un par de horas aproximadamente apareció mi madre, digo yo que por lo menos podían haber aplaudido.
5 comentarios sobre “Las trastadas de mi gata (verídico)”
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Anda que les proporcionaste buen espectáculo a los vecinos. Pero qué tranquilos, ¿no? Como tú dices, ya podían haberte tirado algo de abrigo.
Cuando hay confianza da asco a veces.
Un abrazo, Alexis.
Yo te hubiese aplaudido. 😉
!Plas, plas, plas! (Aplausos para ti y para tu gatita). ¿Será que tu gata posee poderes jurásico?. Yo no juraría nada sobre eso pero por si acaso si alguna vez vuelvo a tener un gato lo dejaré siempre lejos de los lugares “peligrosos”.
Ese es el mejor momento para decir ” tierra trágame”. Supongo que fue el mejor entretenimiento de tus vecinos aquella tarde pero po Dioz, po Dioz…del esfuerzo por ayudarte casi les sale caspa…uuummmmm.
¡Yo también te doy ese fuerte aplauso que no te dieron!.
Un besote.
Jajaja, pués sí, la verdad, ya que no te proporcionaron ropa de abrigo, podían haberte aplaudido, ten vecinos para éstooooooo.
Son increibles los gatos, verdad? Me encantan los gatos.
Un beso. Alaia