Pero Caperucita Roja había cogido el mapa regional y no cayó en la trampa: no cortó por el bosque, no se topó con el lobo y, tras hacer un recorrido turístico de lo más pintoresco, no tardó en llegar a casa de la abuelita con su cestita. Fin.
8 comentarios sobre “Caperucita Roja (según Michelín)”
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Diesel, no cambies el cuento, que el lobo también tiene guia Michelin:
“Lobo López, en motocicleta, pecho lobo al viento, también tenía guía michelin en la mochila.
En un pintoresco garito de moda, cuatro **** michelin, vió a una Cape-ricura de minifalda roja:
– ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este?
(El final ya lo saben ustedes : ¡Ñam, ñam, ñam!)”
Ciertos finales, no se pueden cambiar. 😉
Pero ¿y por qué Caperucita no podía ser una chica lista, que diera esquinazo al lobo aunque éste también tuviera la guía Michelin?
A lo mejor Gorrita Roja, (te sentaba tan bien esa gorra calada al estilo del Ché), encontró un lobito bueno, una bruja hermosa y un pirata honrado. Quizás estaba al otro lado del mundo, en el mundo al revés. 😉
¿Y por qué no un lobo bueno haciendo de guia a Caperucita?. Si bien es cierto que en todos los cuentos todo es posible. 🙂
Me gustó ese giro moderno (según Michelin).Saludos Diesel.
Los lobos buenos quieren comer igual que los malos. No, me parece mejor que las Caperucitas sepan a qué se enfrentan desde el primer momento, se preparen bien por si acaso y se escabullan. No sé, dejar con tres palmos de narices a un lobo (que no olvidemos que era malo, se diga ahora lo que se quiera) debe ser una gozada.
Y los lobos que se busquen la vida.
!Y qué me decís de la abuelita|. Hay también una historia en la abuelita del cuento. Una historia verídica. Ella, sobreviviente del Mayo 68, siempre lleva en su mochila de inveterada asidua a los “partid hacia el Nirvana” una guía Michelín. Así que cuando Caperucita llegó a la casa no estaba allí la Abuelita quien le había dejado escrita la siguiente nota: “No te preocupe Cape. Me he escapado con el Lobo López y ahora estamos pasándonoslo ambos pipa en las riberas hindúes del Ganges. Ya sabes eso de… pero no… eres demasiado niña todavía. Deja la cestita de queso y miel sobre el velador y vuelve por el bosque porque Lobo López está conmigo. El Leñador te está esperando querida nietecita Cape”. Y yo me pregunto… ¿tendrá también el Leñador una guía Michelín en su mochila?. Por favor que alguien me saque de esta duda. Que alguien me diga que pasa con el Leñador.
El Leñador, tenga o no una guía Michelin en su bolsillo, no es necesariamente para perseguir a Caperucita, porque es un Leñador bueno. Y además se le ha pasado ya la edad de corretear detrás de las jovencitas.
El Leñador se estará comiendo, seguramente, unas buenas sopas de ajo y soñando con volver a su casa a ver algún programa de cotilleos en la tele (os sorprendería saber cuántos Leñadores buenos ven esos programas).
Así que Caperucita volverá tan tranquila a su casa y su mamá estará feliz.
Digo yo.
!Ja,ja,ja!, Carlota!. Me hiciste reir… si… es verdad… El Leñador ya está cansado de tanto trajinar por el bosque y ahora solo sueña con sopas de ajo y una buena ración de Aquí hay tomate con Salsa rosa… ojalá que la Caperucita esté ya totalmente tranquila… porque se lo merece… a lo mejor lo único peligroso del cuento es el bosque sin vida…