Desde el primer momento en que llego me doy cuenta.
Aún no he subido el último peldaño y tengo la sensación.
Hipocresía.
Estación de tren. Siempre Renfe.
¿Seguridad? Nunca.
¿Hoy? Seguridad.
No de sentirte más seguro o menos que el resto de los días.
Un señor medio trajeado anda por aquí, a su alrededor cinco trajeados.
Dos son guardias de seguridad. Nunca llevan guantes, a veces nisiquiera pantalón del uniforme. Hoy van bien equipados.
Otros dos. Estos, quizás revisores. Por su cara de estar todo el día de un lado para otro en el tren, aunque hoy, iban vestidos con su mejor sonrisa, traje y corbata. Se os nota.
(por cierto) acaban de pasar los de seguridad, ya no llevan guantes, sí el ego por las nubes.
Y uno más. Éste no sé bien a qué se dedica. Imagino que a poco más de lo que está haciendo hoy. También con traje, hasta maletín, me da que lleva demasiado perfume.
Hoy no hay papeles ni chicles por el suelo.
Hoy todo está limpio.
Todo mentira.
Hoy hipocresía.
(Visiones desde lo alto de una estación. 08.44 de la mañana. Cercanías Alicante-Universidad-San Vicente)
¿Qué es lo que pasa hoy en la Renfe?. ¿Por qué tanta limpieza circunstancial?. Me queda la pregunta en el aire. Todo está limpio o parece estarlo. Claro que solo son las 8,44 de la mañana… y los guardias de seguridad aún tienen los guantes blancos… por cierto hace unas semanas estuve en Tarragona (viajé desde Murcia) y pasé por Alicante. El trayecxto fue feliz pero no funcionó la tele y por eso me dijeron que me devolvería el 15 por ciento del costo del billete. La Renfe me debe 7,50 euros… que pienso cobarlos en la estación de Murcia porque así me lo han confirmado. Ese día los guardias de la vigilancia no estaban presentes… todavía…