Recorría las líneas de ese
mar, que era confuso,
tierra y boca en pasado,
demolición.
Y un océano de hielo
bordeaba el contorno de su cuerpo,
haciendo surco en la
imagen de su boca;
escondite de murciélagos,
emboscada, sangre,
canción.
Sus pasos en apuro
perseguían un milagro,
olvidaban las banderas
contraataque a la razón.
Ese mar era una lápida,
inmenso continente de piel,
rasgos de vasallo,
preces en papel.
Recorría el cuento imaginado
por su saber,
respetaba el tiempo infinito,
dispuesto a no ceder.
Ese mar era el verdugo,
sonido de carrusel,
boca en pasado y demonio,
murciélago muerto en su piel.
Recorría la lluvia en su huella,
caminos de arena y de sal,
evitaba un desvío en el tiempo,
antaño entendido irreal.
La realidad amenazaba el suspenso,
pintaba las lunas del mal,
esperaba otra huella de encuentro:
la realidad tampoco era de tamaño natural.
Intenso, inmenso, abstracto Mar…
Saludos…
Hola Only!
gracias por tu comentario..
en realidad puede ser que no escriba en 1ra persona simplemente porque no le pongo el rótulo de poesía a mis textos.. sino quizá los publicaría en otra sección.
no me fijo demasiado en las puntuaciones, rima,
coherencia y/o incoherencia! puede que eso me caracterice ya..
como lo he explicado en otras oportunidades en que señalaron determinados comentarios acerca de mi forma de desenvolver..
Como siempre, es un placer tratar en buenas con la gente de ese mundo vorémico;
saludos.
Me he fijado, ¿por qué escribes en 3ª persona? hablas de “ella” en 3ª persona.
Normalmente se tiende a escribir en 1ª persona cuando es poesía.
Es como si reflexionaras sobre tu vida, o la vida, mirándola en un espejo. (Pensamiento propio…No tiene por qué ser verdad)
Curioso también ese mar: confuso, lápida, verdugo, boca en pasado y demonio… Es un mar muy oscuro.
Es una perspectiva poco usual.
Muy interesante poema.
Amiga Celeste… !cuánto poema de existencia impregnas en esa realidad tan dimensional que se escapa de la razón!. Hermosa composición la tuya en la que se mezcla la arena de los cuerpos y la sal de las sangres. Sí, Celeste. Hay miles de milagros cotidianos que están repletos de huellas en la piel. Allí donde las líneas del mar nos llenan de completas imaginaciones está la verdadera sinrazón amorosa que no tiene más explicaciones que el simple sentir de los desvíos. !Formidable!.