Charpentier

No todo el mundo sabe que la melodía que hace unos años identificaba la conexión de las cadenas nacionales con Eurovisión fue originalmente compuesta por Charpentier como preludio de una obra suya, el Te Deum.

Marc Antoine Charpentier (Paris, 1634 – 1704), uno de los músicos franceses más importantes del siglo XVII, compuso alrededor de 1692 este Te Deum, probablemente para la iglesia jesuita de San Pablo en la Rue St. Antoine, donde era Maître de Musique y estrenado con motivo de la celebración de algún acto significativo. Mantuvo una rivalidad patente con Lully, que ejercía una abrumadora influencia en la corte, especialmente en el campo de la composición teatral y la operística.

Charpentier estuvo protegido tanto por Marie de Lorraine, princesa de Joinville, como por Élisabeth d’Orléans (llamada Madame de Guise), y a ambas les ofreció tanto obras sacras (Letanías de la Virgen a seis voces y dos bajos de viola, Bonum est confiteri Domino, Cæcilia Virgo et Martyr…) como profanas (Actéon, Las artes florecientes, La corona de flores, El descenso de Orfeo a los infiernos).

En 1672, Molière pidió a Charpentier que reemplazara a Lully, como compositor de las partes musicales de sus comedias-ballets. Pero fue una nueva obra de Molière, El enfermo imaginario, estrenada el 10 de febrero de 1673, la que le permitió dar toda la medida de su talento musical. Desgraciadamente, Molière murió tras la cuarta representación, lo que obviamente puso fin a una colaboración que hubiera podido llegar muy lejos.

Durante la penúltima década del siglo XVII, varios conventos religiosos parisinos comenzaron a encargar obras a Charpentier. De esta época datan muchas de sus composiciones de tipo religioso. Entre 1692 y 1693, Charpentier dio lecciones de composición a Philippe de Chartres, sobrino de Luis XIV.

Sus obras son de muy diversa índole, ya que compuso tanto óperas como pastorales, tragedias, comedias, interludios, piezas instrumentales, himnos, lecciones de tinieblas, motetes, oratorios. Entre estos últimos, destaco el Oratorio de Navidad.

2 comentarios sobre “Charpentier”

  1. Grande este Charpentier barroco del XVII, amiga Carlota. Grande en sus composiciones de música escénica, instrumental y religiosa. !Qué buenos momentos escuchando La corona de flores o El descenso de Orfeo!. También sus pastorales son dignos. Y el citado Oratorio de Navidad, que destacas con gran acierto, es realmente magistral. El enfermo imaginario de Moliére debe mucho de su éxito a este compositor genial.

  2. Tuve la suerte de asistir a un concierto navideño hace unos años en el Círculo de Bellas Artes, cuya segunda parte consistió en este Oratorio de Navidad. He tenido que luchar mucho para conseguir tenerlo en CD, en España estaba descatalogado, pero al fin me pude hacer con él…
    Gracias, Diesel.

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