Soy una voz que canta en amplias, desplobadas llanuras,
donde no escucha oreja alguna, donde no hay tornavoces.
Soy una llama que se escapa sobre el mar en las noches negras,
un fuego antojadizo que se disipa enseguida en la oscuridad; junto a mi
[madre.
Soy una hoja vagabunda en un amplio espacio otoñal,
mi vida es un juego en el grupo de todos los vientos.
Si me paro sobre una montaña, si me asfixio en un agujero,
no lo sé, ni me importa, ni lo puedo evitar.
De “Flora y Pomona y otros Poemas”; Biblioteca Premios Nobel.
Ediciones Rueda.
!Hola, ismael!. Veo que te gusta la poesía nórdica. Es excelente este poema que nos traes a Vorem procedente de la imaginación del poeta sueco Erik Axel Karlfeldt, uno de los más célebres poetas de Suecia y de todos los países escandinavos que recibió el Nobel de Literatura. En este poema veo un canto a la vida otoñal, donde el poeta se autoanaliza como llama escapada en la noche negra. Al mismo tiempo que se ve como vagabunda hoja que camina más allá de las apariencias (por eso no le importa si muere o no muere) es también un foco de luz que se difumina en la oscuridad. Es una definición de su propio otoño sentimental. Un fuego antojadizo que ha circulado a través del viento de los tiempos. Me encanta este poeta por lo que tiene de canto a lo humano impregnado de naturaleza y vida en el campo. Un abrazo, ismael. Gracias por tu aporte cultural.
Me encantaría escuchar esa voz en la noche cuando creo no seguir habiendo nada.
Un aplauso a su autor Erik A. Karlfeldt y otro para ti para devolvernos este gran poema.