En un bosque me crié,
un leñador me taló,
en la proa me instalé,
y un artista me talló.
Unida voy al tajamar,
siempre tengo buenas vistas,
voy sintiendo al navegar,
los vientos oportunistas.
Nunca he sido navegante,
ni el viajar me ha gustado,
pero para seguir adelante,
en un barco me he enrolado.
Tengo cara de mujer,
mi cuerpo es el de una diosa,
por eso hay que entender,
que digan que soy hermosa.
Voy a conocer el mundo,
con mi vista y pensamiento,
por eso el temor profundo,
de encontrar tu sufrimiento.
Los vientos son favorables,
la luna alumbrando está,
por eso lo desable,
es no encontrar tempestad.
Por un tranquilo mar,
navegando voy con brío,
y no siento malestar,
al perder el equilibrio.
Cuando la galerna sea fuerte,
y para el fondo me vaya,
mi cuerpo llegará inherte,
a la orilla de tu playa.
Muy bello canto esproncediano de máscara y de sirena. me gustó el ritmo y la fantasía de su contenido. Felicitaciones.
Bella poesía amigo kiowa,
me hace pensar en las etapas de mi vida que voy recorriendo
y en las que me quedan por recorrer.
Un abrazo
Bonito poema. Me siento viajera navegando en tu nave.