AVARICIA del oro de tus manos, del poder de asirlo, del purificado sosiego de nuestro cuarto.
LUJURIA por enredarnos, por la humedad del sudor, por la burla de tu cuerpo rosado.
IRA al roce de tu nombre, a la hortensia en hebras de los dias antiguos, al menester cotidiano.
GULA con la vida que me hierves, con la sílfide encarcelada, con este festín desgastado.
SOBERBIA para consumirte, para terminarme, para el encuentro blanco y el asfaltado abrazo.
PEREZA en la joie de vivre, en no evitar tus fragmentos, en las momias del deseo cuando avinagrado.
ENVIDIA sin tu repudio, sin mi compasión, sin estos inexorables caminos del camposanto.
2 comentarios sobre “pecados”
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Presentas los Siete Pecados Capitales enlazados por el sistema nervioso del amor. Esos momentos en que nos hacemos fragmentos de un puzzle sin sosiego, experimentados en la fragua de consumirnos y asfixiarnos lentamente mientras los pecados nos van rebasando la materia y se nos interpretan como espiritualidades de la existencia. Tiene mucho contenido tu texto. Un abrazo, compañero.
Gracias, una vez más por escribir. Me ha gustado mucho tu texto, demuestras como de cualquier cosa se pueden sacar siempre dos, tres o más versiones. Tendemos a relacionar una palabra con un tema único; hablamos de amor y tendemos a pensar en una pareja de amantes; hablamos de éxito y pensamos en ganar más dinero en un puesto de trabajo… Con tu texto demuestras que podemos relacionar palabras, en apariencia sin nexo temático entre si, con un todo. Los siete pecados, tan diferentes entre sí, se han unido para hablar de un amor profundo.
Enhorabuena!!