Descansa el ser humano
en la lejana estación de los hechos:
hombre-historia de los años
vividos en el paso de los tiempos.
Allí donde los amaneceres arcanos
se buscaron meciéndose en los vientos…
allí se calentaron las manos
todos los hijos de un momento.
Siglos. Siglos ya solo pasados
en las edades del aquí naciendo.
Signos. Signos que están pensados
para poder vivir muriendo.
¡Qué hermoso poema! Entre tantos bosques cubiertos de humo…tu texto es un hermoso camino, un caminante, y un horizonte cuajado de esperanza. Saludos.