La terapia de escribir

“- Escríbalo. Dígalo, es la única manera.
– No sé, quizá si…”

Acerqué mi alma… mi alma,
la acerqué a tu vida;
pero yo no existía entonces,
y nos separaban mil barreras…

“- Siento que no puedo… seguir.
– Has de progresar.”

Y grité “estoy aquí,
solo has de mirar por el cristal.”
Pero yo no me quería entonces,
y la vida me dolía de veras…

Las lágrimas caían por mi cara, sin entender nada.

“- Y di, que más.
– Queda poco ya.- dije.”

Entonces, un día, el cristal se rompió,
y tú descubriste que yo estaba al otro lado
y alzaste los brazos, y yo los recibí
como si nunca antes los hubiera tocado
como si nunca te hubiese echado
[De menos.
Y hablé: “te quiero…”

2 comentarios sobre “La terapia de escribir”

  1. Tu relato es estupendo y se comprende perfectamente.
    Empezando con la crítica constructiva, y siempre persiguiendo la inexistente perfección (a sabiendas de que debemos perseguirla aunque no exista) un pequeño detalle. En la penúltima frase: “(De menos.” creo que deberías haber cerrado el paréntesis. “(De menos)”. Es irrelevante, pero ¿qué piensas?

    Un saludo, Ismael.

  2. Si, es que lo original era que ese “[de menos.” quedase un renglón bajo “echado”, pero un poco a la derecha, como he visto en algunas poemas que se hace. Lo típico de (a ver si aquí se queda):
    Bla bla bla bla, bla(y justo aquí debajo de estas letras el resto con [) No se si me explico.
    Pero bueno automáticamente se quedó como ves escrito asi que lo dejé así. Un saludillo y gracias.

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