resbalar a un cerro de mariposas
congelado de temblores
extirpado de señales
camuflado con medios soles y piedras
de madera y espirales
humeando cuerdas, cordones y velas
con fiebres de angel
y rabias de palabras
tus manos como aldabas flagrantes
rodeando al verso
desesperado al vientre de entrada
huellas borradas y aliento de metal
un cañon tierno
y aniquilado con muelas subterraneas
la tierra feliz abre sus manos y melancolica se desata
¡se desborda el infinito!
llega a mis pies, se desbordan mis pìes
que me lleve el vapor de tu alma
por un rio de ojos vacios
por un rio de hojas nuevas
con las manos colgando al lado
las lumbreras apagadas
muerto el futuro, grito interrumpido
las gargantas moradas
en los ojos de un niño
Cuando lo he leído he notado ese infinito que citas y que detallas con caracteres verdaderamente escrutadores. Hay muchas verdades encerradas en tu verso y hay maneras de interpretarlas asidos al grito interrumpido. Un saludo muy cordial.
Me ha gustado mucho, aunque lo he tenido que leer varias veces, porque tiene tantas cosas que aprender. Un abrazo. Alaia
muchs gracias, estos comentarios dan un impulso gigantesco y potente para seguir manchando hojas con las ideas que atropèllan nuestras consciencias