Arriba, a las almenas del aire,
he de ir para buscarte
en las desnudas nubes del cielo.
Un suspiro.
Un anhelo.
Un solitario respiro
de raudo y sencillo vuelo.
Hay en el velo
de la cortina deslizante
un sueño eterno
un profundo sueño tierno
caminante.
Y delante
delante del íntimo desvelo
el consuelo
de tenerte anhelante
por el paralelo
camino centelleante.
Y un besarte
de luces en el cielo
deslizante
entre tu aire y mi suelo.
un susurro…