Vivencias

Cadavérico sol del cementerio,
observas mi danza entre frías criptas,
mientras de putrefacción el sahumerio,
inhunda en llanto las tapas inscriptas
en el mármol triste, envuelto en misterio,
soez epitafio en la noche vomitas.

Las hojas rodean en un torbellino,
coronando mórbidas iras jocosas,
de un loco pastor vestido de lino,
el cual se sumerge en las tibias mucosas,
y de un ademán convierte en molino,
la morada tétrica de pálidas rosas.

Y como una arpía me come tu fuego,
salvaje, infectado de ocres falacias,
destrozas demente mi muro de ego,
dejando lugar a más frías caricias,
otorgas lujuria mientras yo me entrego
a recibir débil macabras milicias.

Solloza ahí el viento en la colisión,
con árboles muertos como mi premura
y el flébil letargo mata la ocasión,
de robarte un beso, consumir dulzura
que emanan tus labios en tal sumisión
a mi amiga muerte, en tí prematura.

Se bañan de dolor los cuervos e inhalan
aroma a jazmín con desavenencia
y luego un veneno gaseoso exhalan,
al rechinar la hartera presencia
del cruel semidios que en el sitio empalan;
el espejo refleja su azul decadencia.

Partiendo a mi hogar de tétricas prosas,
que alumbran a Lucifer durante alboradas,
opacan luz propia en tus obras virtuosas,
ponencias de oscuridad y celo mezcladas
mientras como sólo una entre todas las cosas
sujetas de andenes reposan las hadas.

Un comentario sobre “Vivencias”

  1. Txiki, se te echa de menos en la otra página…¿ que has hecho con los textos que teenías publicados allí? …no me gustaria perderte de vista y quedarme sin el placer de leerte.
    Un beso y ánimo gran amigo.

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