Huérfana queda,
en mis manos,
la margarita,
del amor.
Malherido quédo,
por sus pétalos,
ponzoñoso es,
el dolor que,
me traslada.
Que me recorre,
como catarsis,
electrizante,
que me dice,
en baja voz.
Un resultado,
inesperado,
me enredo,
en su juego,
me desespero.
El corazón,
vano queda,
hecho jirones,
cuando al,
arrancarlo yo.
El último,
pétalo blanco,
dice sí,
cuando,
en realidad,
yo a tí,
no te quiero.
Me ha gustado mucho, sencillo pero con calidad, muy bueno,un beso
Hermanito, esto es muy sencillo para lo que acostumbras tú a escribir…. pero de veras que me ha gustado mucho.
Un beso de wersemei
Me ha gustado mucho, a veces lo sencillo es lo más intenso…
Un abrazo.