Nunca vi mañanas sobre trapecios, ni gaviotas sobre diamantes, ni redes entre añadiduras. Nunca vi serpientes azules. Milagros. Espacios. Nunca vi cuerpos sincronizados así.
Nunca vi tanto fuego mal apagado.
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Exdelente pensamiento cocordenado con las espirales del sentimiento. Muy bueno Celeste. Un besote y !que maravilla verte de nuevo en Vorem!.