La incultura matemática exhibida por algunos medios de comunicación es pasmosa.
Leo, en un periódico que presume de cuidado estilístico, que en Euskadi “hay familias que no llegan a la renta media”. El cronista, en tono de reproche, señala que “existen familias que no alcanzan el promedio vasco”, aunque éste sea muy alto, de 30.009 € por familia. De su análisis, sólo cabe esperar que algún político palabrero prometa que -bajo su liderazgo- todas las familias estarían por encima de su propio promedio.
Al gacetillero que cumplimentó tan aguda noticia, supongo que los cojos y mancos –con todo mi respeto y solidaridad- harían bien en indicarle una injusticia aún mayor: Que la inmensa mayoría de las personas tiene un número de brazos y piernas superior al promedio (estimado en algo menos de dos extremidades superiores y otras dos inferiores per cápita).
El analfabetismo científico abunda en muchos medios de comunicación, entre supuestos “ilustrados eruditos”, que suponen que la Cultura es exclusivamente de Letras, mientras blasonan su absoluto desconocimiento de todo aquello que suene a Ciencia o Tecnología. La estadística es un campo popularizado de las Ciencias Exactas, donde la ignorancia se despliega bulliciosamente.
Recientemente se pudo escuchar en una tertulia radiofónica el siguiente caso. Alguien comentó el hecho de que por la obesidad del mundo occidental, en los últimos años el peso medio de los pasajeros de avión había aumentado en 5 kilogramos. Otro sugirió que en el caso de que volasen 200 viajeros en un aparato, el peso incrementado sería… Aquí dudó, hasta que otros tertulianos acudieron en su ayuda recordando que el promedio de cada pasajero era exactamente el mismo de 5 Kg., y con algunas vacilaciones entre todos concluyeron que el aumento total del pasaje debía ser… 5 kilos. Y se quedaron tan anchos, continuando con sus valoraciones expertas sobre otras peliagudas cuestiones.
Lo cierto es que entre las “Humanidades”, e incluso en el sustrato de las “Artes”, debieran figurar destacadamente la Ciencia y la Técnica, que constituyen uno de los principales patrimonios de la Humanidad, porque configuran decisivamente nuestra existencia actual y porque son una de las mejores pruebas del inacabado desarrollo humano.
En este “Año de la Física y del Quijote”, convendría recordar el sabio consejo de este personaje universal: “El caballero ha de saber las matemáticas, porque a cada paso se le ofrecerá tener necesidad dellas”.
Mikel Agirregabiria Agirre. Físico
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Artículo ilustrado en: http://www.geocities.com/agirregabiria2005/medias.htm