La noche caía lentamente
y en la mente
del filósofo oriental
todo era un misterio.
Laboraba en su ministerio
un pastor en su trabajo.
Sonaba un contrabajo
que alguien hacía sonar
y todo era un soñar
en aquel piso de abajo.
La noche seguía avanzando
y cruzando
los caminos de la aldea
un poeta tuvo la idea
de cantar siempre andando.
Una luz en la ventana
de la casa de una anciana
estaba siempre encendida.
Escondida
la Rata de la Discordia
seguía… seguía…
sin ninguna misericordia
buscando entre la basura.
Era una noche oscura..
Todos, en la aldea,
tenian la misma idea:
esto no es cierto… no es real…
pero la luna escuchaba
la canción que allí sonaba
del poeta y su verdad.
Fíjate lo que te digo y pon mucha atención Wersemei: el poeta la seguirá cantando hasta la Eternidad. ¿Comprendes?. Un besote grandote.
La verdad nunca se olvida.
Que siga el poeta cantándola.
Un beso amigo Diesel