a la niña

no te asustes mi niña pequeña,
si descubres los monstruos en las calles, esos que con bellas palabras devoran tu corazon,
no te dejes abrumar por esos dias, de soledad,
de sguro abra ese alguien ese ego que te dara brisa y paz,
y mi niña, no te perturbes por las sirenas de las ambulancias.
hayyyyyyyyyyyyy, si supieras los miedos que hacen que el mundo gire en algo imaginario,
si supieras el miedo,
que de cierto modo tengo yo, mi vida al verte crecer

2 comentarios sobre “a la niña”

  1. Crece la vida, amigo albert, y crece para seguir ahuyentándonos los miedos a que el mundo gire demasiado deprisa y no nos de tiempo a sostenerlo. Pero sobre los hombros de los hombres y mujeres de esta Tierra (los verdaderos Atlas de la mitología moderna) las palabras de confrontación con las duras realidades nos deben ser acicartes para plantearnos salidas imaginativas que sólo la vida las dan solidez real. No al miedo.

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