Sombras con olor a bosques, sombras que se esconden poco a poco tras los árboles. Bosques que el viento no se lleva a otros lares. Bosques que invitan a reflexionar.

Caminos cargados de soledad que a este que escribe vacian, paso a paso, entre matorrales, conejillos que salen corriendo y asustados. Reflexiones con cara de poema.

Pajarillos aterrizando en cielos disfrazados de bòsque, susurrando cantos, bailando en los margenes de cualquier camino.

Bósques que atrapan vientos en libertad. Caminos sedientos de caminantes, caminos que no dejan perder el paso. Cantos que empiezan y acaban en picos y vuelan con alitas.

Aguas bajo riachuelos de puente, ¡Rocas de suaves curvas!

Guijarros al paso. Curvas femeninas que llevan sus pasos en la mochila. Aguas de riachuelo, miradas limpias y transparentes.

Andares femeninos que peregrinan hacia sus pasos, caminos de aguas llevar. Bòsques enraizados en la madre tierra.

Excursiones de caminos cristalinos y suaves pasos. Noches que empiezan aterdeciendo y sol marchando. Riachuelos que lloran hacia abajo, que sueñan llevar aguas.

Aguas que bailan y danzan mirando hacia arriba. Nubes que lloran dentro de sus gotitas frías.

Peces volando, resbalando rio a rio. Anzuelos tramposos y astutos que roban vidas. Peces atrapados fragilmente. Peces moribundos sin querer, que se revuelven en aguas libres. Pececillos que muerden anzuelos con sabor a trampa.

¡Reflejos de Sol en el Agua! Rios y Mujeres rompiendo aguas de vida, dando vidas transparentes y vulnerables.

Bellezas que flotan sobre rios de vida, siguiendo senderos de sabia naturaleza.
Mujeres que soportan vitales dolores de parto. Madre tierra que soporta una humanidad a veces desagradecida y perdida.

…Gracias Pachamama