Desperté con la sensación, que ultimamente vivo a toda velocidad mi dia a dia, en una plena indolencia con mis semejantes y casi sin respirar la presencia de lo humano.

Es toda una carrera, no hay forma de detenerme para pensar en las pequeñas cosas, en los detalles, en mis hermanos. Es tanta la indolencia, que me he olvidado de vivir, procurando que mi existencia efimera, se baste solo con repetir lo esteril.

No es que me asqué a mi mismo, mas bien pareciera que no encuenntro los colores de la vida, lo tierno, lo bello. es una absoluta sequedad mis adentros.

También tengo la sensacion, que no soy el único en este mundo y que la sociedad se disluye en la absurda carrera por llegar al nuevo día, y repetir la misma rutina del anterior dia.

No me doy tiempo para pensar en que me desangro en un ir y venir sin un lugar donde llegar; es sentirse como un errante que deambula sin rumbo, sin sendero, sin esperanzas. Perdon esperanza sí, pero es la esperanza de no vivir mi vida.

Mis desvelos, son largas noches y en vorem busco -no muy pocas veces- expresar lo que siento, y en mas de una de esas veces, ni siquiera ello puedo.

No soy un cascaron ni un manantial de vida, solo pidoo vivir mi humana vida mia. No importa dolorosa, dura o afligida; pues solo me basta que pueda profundamente sentirla. Creo que ese es el problema, pido solo sentirla, no a la carrera, sino lentamente preñandome de todas las cosas que brinda.