Han estallado los diques de contención.
A veces cuando menos motivo existe, o peor sin querer saber el verdadero motivo.Las cosas estallan en mil puñales, muchas veces en el momento equivocado.
A veces no nos paramos en calibrar la intensidad de las afrentas que los demás nos inflilngen, y las sobredimensioneamos, con el cumulo de cosas guardadas.
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Vertemos todas nuestras carencias y enfados, en el problema mas cercano, y le adjudicamos la culpa de todos nuestros males. sin pararse a pensar en los motivos que esa otra persona pueda estar padeciendo
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El tener un “chivo expiatorio” a tiempo, es un cubo de desechos en el que lanzamos todas nuestras fustraciones.
Es muy dificil, aceptar y querer a una persona, con todas sus consecuencias .
El cariño incondicional es imposible porque no podemos adaptar algunas cosas a nuestra vida, y tampoco queremos por mucho amor que haya.
Ademas lo mas importante es que es INJUSTO para las personas que lo sufren sin querer y sin buscarlo.
El sufrir las consecuencias de las vidas ajenas, que invaden nuestra vida, es algo injusto y doloroso, que no se tendria por que padecer.
Hace dos días estaba hablando de esto con un amigo, qué fácil resulta elaborar listas de reproches, cuántas listas podrían hacernos a nosotr@s. Qué difícil a veces alejarse del propio ombligo que nos hace pensar que todo es por o contra nosotros…
Igual el camino es no contenerse cada día porque luego sale de golpe, quizás es positvo no atribuir intencionalidad al otro que desconocemos, igual es bueno mirarse a uno para ver por qué estallan nuestros diques…, un abrazo