Me gusta el pan con tomate,
admirar la madera del boj
y, sin mirar el reloj,
tomar tazas de chocolate.
Observar bien el contraste
del andar del caracol
y, a la luz de un farol,
oír del gitano su cante.
Me gusta mirar adelante
cuando leve caminante
me dora la luz del sol
y siempre de buen talante
me gusta ser traficante
de los versos de arrebol.