Aman el día; yo, la noche.
Aman la luz; yo, la penumbra.
Aman la primavera; yo, el otoño.
Aman lo nuevo; yo, las ruinas.
Aman la alegría; yo, la tristeza.
Aman las flores; yo, las espinas.
Es fácil amar
lo que es fácil amar,
encontrar la belleza
donde es fácil de hallar.
Lo difícil es ver
lo bueno en lo malo,
lo lindo en lo feo,
lo sagrado en lo profano.
Porque si no hay noche, tampoco hay día.
Porque sin penumbra, la luz no existiría.
Y sin morir en otoño, la flora nunca renacería.
Y si nada se arruinara, lo nuevo ¿para qué se querría?
Porque sin sufrir la tristeza, no gozaríamos la alegría.
Y sin la defensa de las espinas, la bella flor no sobreviviría.
Es fácil amar
lo que es fácil amar,
encontrar la belleza
donde es fácil de hallar.
Lo difícil es ver
lo bueno en lo malo,
lo lindo en lo feo,
lo sagrado en lo profano.
Tiene mucho fundamento el razonamiento de tu poema, que indica que no te paras en la mera estética, sino que vas más allá de la materia engañosa. Todo tiene su porqué en la sabia Naturaleza y tú has logrado hermanarte con lo que es aparentemente desagradable.
Te felicito por tu bello poema, Adriel.
Un saludo.
PS: A mí también me gustan mucho las ruinas.
Excelente exposición de tu punto de vista poemático. Recoges una presencia interna de la belleza y el amor que es muy interesante. Está lleno de contenido y profundidad. Lo interno es lo más sensitivo del alma. Te felicito,. Adriel.
Interesante poema
Mas todo se resume con el ejemplo de una simple moneda
Siempre habrá 2 caras de la misma y no puede existir una sin la otra
Según tu Poema esta vida es como escoger un lado de la moneda en un Volado, eso no significa que al elegir dejemos de pensar en el otro lado de la misma (simplemente no lo vemos)
Buen trabajo y buen argumento (aunque el hecho de repetir los versos al final ya lo catalogaría de una canción y no de solo un poema)
Una Verdad-Romántica
Crisantemo-Azul