Al principio hay una sensación de euforia, de entrega total. Después, al día siguiente, quieres màs, mucho más. Todavía no te has enviciado, pero te ha gustado la sensación, y te parece que puedes mantenerla bajo control. ¿Realmente puedes? Piensas en él durante dos minutos al día y le olvidas durante tres horas, pero llega el momento en que sólo eres capaz de olvidarle ese par de minutos. Comienzas a sentir que falta tiempo para sentirle, para besarle y para quererle.
Descontrol… tú guiabas tu vida y ahora es tu corazón el que ordena todo.
Necesitas más, más, más, un poco más.
¿Intentas controlarlo? Entonces ya has perdido…
2 comentarios sobre “Amar es como una droga”
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Eso es así. Tu definición de no controlar excesivamente me convence. Tu reflexión me hace madurar…
claro ke es una droga.. la más deliciosa… pero tambien la más peligrosa y dolorosa.
excelente
una maravilla. gracias por interpretar lo ke siento cuando abrazo a mi pololo ^^