Te acordás de aquella frase… “pájaro de canto bajito?…”
de las charlas interminables, los mails especiales, el ecosistema…
los ojos, las manos, el calor,
el vino y la cerveza,
los besos en la frente,
las canciones, Sabina la guitarra y el sombrero,
el hornito y su esencial, las miradas, las caricias,

el Fuego y el Cielo
y
el Colchón en el suelo y
el Colchón bajo una hermosa guerra, testigo
y
los inolvidables besos,
los lugares comunes
y el común lugar compartido,
el espacio donde somos sensaciones
el juego, los cuelgues,
las manos y los pies, los ojos, los abrazos, la humedad,
los vasos llenos y vacíos,

el manto marrón que fue timón,

que fue asa, tuyo,
el aire gélido en una esquina mientras el abrazo nos unía
el calor inundado de amor
la cena, el desayuno, la ventana, el balcón
las películas que miramos y las que no pudimos ver,
la llegada a las tres de la mañana con una cerveza en la mano, y un suspiro que mientras deja la mochila me abraza,
me mira,
con el corazon latiendo, queriendo,
y las lágrimas escondidas,

el intento de enseñarte un ritmo desconocido, y las caídas en la pista riéndonos juntos,

y

juntos llorando en una tarde gris,

muriendo de tristeza

sintiendo la sangre inquieta en un cuerpo que no sabe

más de cien palabras, más de cien motivos,

para disfrutar de un abrazo, una mirada, un sonido,

y tu espalda geométrica y suave,

como suaves las caricias de tus primeros versos

y millones de besos con sal

Te acordás? …De las cosquillas por la idea presurosa

De tu clara piel

De tu viva voz

Y tu clara voz

De mi clara piel

Con tu clara piel

Del instante aquel

Y tu viva voz

de la canción mas hermosa del mundo,

del mundo nuestro mas hermoso

del sol que atravisa la ventana

y un despertador insoportable que cada mañana me encrespaba la vida

y al mismo tiempo me hacía sonreir al verte dormir a mi lado,

deseando que nunca terminara

y el remedio para mi garganta cuarenta grados bajo cero el día mas frío del invierno

y las velitas que no encendimos por olvidarnos,

y las palabras que no dijimos por evitarlo,

y la alegría que compartimos al reencontrarnos,

y la grandeza de dar un paso por derrotarlo

y la simpleza de ser sinceros sin escaparnos

y el amor entre saltos caídas empujones rasguños

y los millones de motivos para amarnos

y los motivos que no alcanzan para olvidarnos